El club de los Poetas Muertos
He visitado de nuevo mis aguas,
Mediterráneo de mis entrañas. He derramado a días mis lágrimas, y a pesar de las tormentas y borrascas, me he mantenido en pie, con mi aleta de pez. He sentido la desgana en los ojos de aquel cautivo tigre blanco de bengala, la astenia era el jarabe de antojo del triste gorila con el lomo de plata, y aún así me mantuve en pie, con mi aleta de pez. He notado tu pesadumbre y tu rabia tan sólo con mirarte a la cara, volvieron a mí, a nosotros, las ganas, de salir corriendo, de buscar la calma. A pesar de ello me mantuve en pie, con mis escamas mojadas. He salido de mis aguas a sus blancas aguas, he besado a ese felino, coincidimos por igual, no somos animales domésticos ni soportamos la cautividad. He visto tan cerca el dolor y he seguido en pie remojando mi aleta de pez. Busco la brújula que durante mis días me orienta hacia mar o sequía. Busco la fórmula mágica de no caer sin red, de no caernos, de conseguir la armonía. Y porque te quiero sigo en pie con ésta aleta de pez.
13 Septiembre 2012
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