domingo, 21 de octubre de 2012

Más "rallada" que el pan

















Termina el día y no sé si me parezco más a un filete de aire, un caldo de agua o a un bocadillo de pan rallado. Mi mente casquivana, divaga y devana toda la información almacenada. Acabo sacando conclusiones que no tienen sentido, sinrazones que no me llevan a ninguna parte y sensaciones que una vez sopesadas y malpesadas en la balanza, mi discernimiento y mi raciocinio me confirman que son erróneas.


¿Qué me pasa?.



Y, tras la pregunta del millón, mi subconsciente arrastra velozmente a mi cerebro la imagen desangelada de un rallador de pan con un pequeño letrero colgando del asa, donde dice “Estás rallada”, y se ofrece de par en par a que termine por restregarme contra él y acabe por pulverizar la poca cordura que me queda hoy.



Voy a abrir el cajón de la reminiscencia, a guardar el insinuante rallador de pan, y al mismo tiempo a guardarme a mí misma en la sala donde van a parar los petardos que estallan cuando no deben. A ver si con este correctivo termino por hacer desaparecer la estupidez que hoy me invade



                                                                                  19 Enero 2012

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