jueves, 4 de julio de 2013

Incandescencia canicular







De esa forma calentaba hoy a modo mi venerado astro solar. De la misma forma hoy ponía mis escamas en remojo y dejaba calentar mi cuerpo con su radiación según la Ley de Plank, eso sí, con mejunje pastoso que se declara en su formulario como "pantalla total". A saber cuánto de pantalla y cuánto de total tiene el potingue dichoso.

Recostada en la orilla, me dejaba salpicar de vez en cuando, por los críos que por allí aparecían. Nadaban a la par que jugaban entre la histeria y la furia, removiendo las aguas desde lo más hondo y sacándolas fuera de su lugar. Resultaba agradable recibir de vez en cuando, pequeñas gotas de agua repartidas casi por igual por mis escamas casi secas. Resultaba irritante hasta el hastío, tener que soportar la cantidad desmesurada de decibelios que intentaban colarse por mi oído.

Una vez remojada, me alejé de aquella algarabía para retirarme a descansar y, a dejar que esta incandescencia canicular termine su trabajo de secado vuelta y vuelta mientras me deleito de lo lindo sorbiendo mi refresco favorito de tinta
de calamar y leyendo un poco más sobre mis "amigos".

Bienvenido seas veranito a mi mar!


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