viernes, 5 de febrero de 2016

Febrero con F






Tras una buena dosis de antiinflamatorios enlatados salteados con protectores gástricos impresos en negrita, (para que antes de tragarlos, leas bien su super resistencia a casi todo), y tras aplicar calor seco, húmedo y en todas sus variantes posibles al  lumbar, me incorporé a mi vida laboral, a los zuecos y los saco-pijamas, sin pena ni gloria. Resultado tras un mes de ausencia…todo sigue igual, como la canción aquella de Julito Iglesias.

Ante soberano aburrimiento, decidí tomarme la justicia por mi mano y me  largué a visitar el mar Mediterráneo. También seguía igual, pero en este caso no cabe el aburrimiento ni el cansinismo. Entre sol, caminatas y relax, mi lumbar resplandecía como nuevo y mi alma tomaba nota. Debería tocarme una lotería en plan salvaje, para emigrar como las aves, al calorcito.

Mientras no ceso en mi empeño con el azar, de regreso me hallo en mi mar Madriterráneo. Más gris, más sucio y más frio, pero lo quiero igual, o más. Aquí también sería igual de feliz a pesar del bajo color y del frio con una de esas loterías en mi mano. Luego pienso que todavía me queda lo más preciado, la salud, y me doy por satisfecha. No quiero estar jodida y con premio.

En fin, que de este modo se ha ido el mes de Enero que tan poquísimo me gusta y ya empezamos, por fin, a estirar los días venideros y a disfrutar de este Febrero al sol.

Feliz Febrero les deseo entre un té y un sueño.



No hay comentarios:

Publicar un comentario