Que entre la muestra y la demostración siempre han bailado
mis pies, es algo tan inevitable como exacto, entre mis zapatillas de ballet y las de caminata.
Exhibicionista
por los cuatro costados pero no a cualquier precio. De modo silente pero
latente, que parece que no está, pero que se nota por dónde ha pasado.
Pertinaz como
defecto principal aunque en ocasiones corregible.
Imaginativa
a la par que fantasiosa, la culpa la tiene la parte piscícola que me viste.
Resiliente
hasta la médula, no hay nada que me impida levantarme una y otra vez de las
zancadillas de la vida.
Impermeable
al mal humor, a la mala leche, a los cardos borriqueros y a los amargados
impenitentes.
Inexorable con
las injusticias, con la intransigencia y la crueldad.
Singular, exclusiva e inimitable como
cualquier mortal (incluidos los peces).
Muy buena cuando
hay que ser buena y, mucho mejor cuando no hay que serlo.
Sueño mientras
camino entre los árboles. Canto en voz alta cuando nadie me ve y bailo entre
penumbras. Se podría decir que estoy algo loca, ¿Acaso hay alguien
ortodoxamente cuerdo?.
Entre un sueño y un té.
No la conozco pero leyéndola es como si la conociera.
ResponderEliminarBendita seas/estés y de cuerdos ortodoxos nos libre la vida.
Muchas gracias Mr. Sandman, siempre que aparece viene con un regalo bajo el brazo como la canción.
ResponderEliminarAunque la vida no nos libre, que al menos nos los ponga lo más lejos posible.