viernes, 8 de abril de 2016

Tanto va el cántaro a la fuente..




Tanto tiempo esperando,
"pa" ver nevado el infierno,
tanto tiempo llorando
mi corazon tu veneno.
Tanto tirar la piedra
y esconder luego la mano,
tanto le canto a la luna
que la acabo enamorando. 

                             Melendi






 Las provocaciones, aunque pequeñas, si se repiten pueden cansar a quien las recibe y decidir finalmente responderlas.

      La paciencia y el uso continuado de los recursos tienen un límite, cuando se sobrepasa, nace la indiferencia.

      Cuando uno está asumiendo un riesgo y éste, aunque no sea grande, se repite, puede acabar sufriendo las consecuencias.

     Aunque como dice otro popular refrán, nunca habrá mal que por bien no venga.

    Más vale roto cántaro inútil, aunque al principio te ahogue la pena,
que perder un preciado tiempo, en enseñar a una carcoma lo que significa el amor.



Hay que dar gracias a las fuentes por la ayuda recibida.
Te espero con la copa de champagne que aquí rubriqué un día.
Es la hora de brindar por nosotras y por ésta, nuestra vida.



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