Hoy
he estrenado mi supermáquina de calentar agüita clara y, el té sabe más rico
que nunca. El microondas prefiero dejarlo de lado. Confieso que cada día me gusta menos y me
disgusta más. Voy a recordarme esto y a lo mejor, en un ataque de limpieza, lo arranco de la
cocina de una vez para siempre.
Hoy
he estrenado el comienzo de la escritura en las hojas de papel que tanto añoro.
Tan sólo he hecho un bosquejo del cuadro y, lo he repasado unas cuantas veces
de la ilusión que me hacía verlo, renaciendo por fin.
Hoy
he estrenado un nuevo método, para pillar ‘in fraganti’ a esa petarda que le
encanta meter mano al móvil sin permiso alguno. Espero poder darme un baño de
gloria cuando me cuenten, el careto que se le queda. Pena que aún no hayan
inventado el calambre vía satélite y, soltar un calambrazo de vez en cuando a
tanto curioso pernicioso,
Hoy
me quedan apenas ocho horas para abrazar mi cama. No la estreno, pero cada vez
que la pillo por banda, es como si fuese la primera vez que me acuesto entre
algodones y, me acunan hasta dormirme. ¿Quién inventaría la cama? Habría que
ponerle una estatua honorífica en cada pueblo como poco.
Les
deseo un miércoles noche repleto de dulces sueños y un jueves día muy feliz
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