viernes, 9 de septiembre de 2016

Respirando verano





Aprovecho el impasse del final veraniego
sentandome en éste lado, rincón de la vida,
dejando las armas de la lucha al sosiego
de un atardecer cualquiera, cansada, abatida.
Preciso disfrutar estos inalterables momentos.


Me solazo tumbada en la fresca y verde hierba,
absorbo el olor del tiempo, de un presente continuo,
que no debo dormirme en los laureles me exacerba,
debo ser capaz de olvidar las armas, el enemigo.
Abrir los ojos al sol y sentir la paz que anhelaba.


Y, entre el olor a hojarasca, a jazmín y a pino,
me impregno de retales como si no hubiera un mañana,
relleno de energía mi alma para continuar el camino,
y, admiro el colorido estival lejos de la lógica cartesiana.
Estos momentos son dignos, dignos de ser vividos.

Con té y  sin armas





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