Se me olvidó que te olvidé
y como nunca te encontré,
entre las sombras escondida,
la verdad no sé porqué,
se me olvidó que te olvidé
a mí que nada se me olvida.
El Cigala
Ha pasado el tiempo. Hoy he parado un poco en esta vorágine
que vivo y, me he dado cuenta que, ha pasado mucho tiempo. Siempre queda la
frase mágica que todo lo arregla, “parece que fue ayer”, pero aunque lo
parezca, no lo es.
Se pasaron los meses como por arte de magia entre curro,
costura, curro, piano, curro, amigos, curro, algo de deporte de vez en cuando,
curro de nuevo, ah! sí, más curro y curro porque me toca otra vez, casa,
perrete y Cia. y curro, días libres para al menos uno de ellos tocarme los pies
y tras volver del curro me doy cuenta que, hace mucho mucho tiempo, en un mar
lejano, hubo una sirena que durante una etapa de su vida, pensó en ti.
Hoy, desde mi anémona, soy consciente que hace mucho mucho
también, que dejé de hacerlo y que ese pensamiento, dejó de formar parte de
aquella rutina elíptica. Hoy, se me olvidó que te olvidé y, que la vida siguió
su curso y mi corazón y mi cabeza te desterraron de aquí. Que no queda ni el
más mínimo esfuerzo por volver a saber. Estos son los pequeños detalles, que
hacen que cada día sepa que vivo-soy libre de marineros y piratas, que me
encanten las ranas con sus charcas aunque los besos escaseen y, que me permita lujos
como largarme cuando me plazca al punto Nemo sin que nada se altere.
Con té de olvidar-te
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