viernes, 13 de septiembre de 2013

Letargo veraniego





Hoy vuelvo a la escritura tras un paréntesis de descanso. Cierto es que tras este letargo al sol, pocas ganas e inspiración corren por mis escamas.  A pesar de todo, la necesidad de aporrear las letras del teclado vuelve a mí.  Así que aquí me siento de nuevo, en mi anémona recalentada por el sol de Septiembre. Sabiendo que es cuestión de tiempo para que vuelvan a aparecer las nieves y las mareas, pero resistiéndome a la idea. Aferrándome al sol que cada vez menos calienta. A los veintipocos-treinta graditos , si llegan, y a ver como los días van haciéndose cada vez más cortos.

Me relamo bebiendo té y pensando que seguiré teniendo vacaciones a “mi modo”, que las disfrutaré como si de veranito se tratase, total, son días de ocio y esos días están para disfrutar.  Hago mientras tanto, cura particular de mi estómago aún convaleciente por los sucesos acontecidos.  Me repito a mí misma que debo tomarme las cosas con calma y evitar los disgustos mezclados con antibioterapia, les aseguro que no hay peor bomba estomacal.  Menos mal que algún iluminado descubrió los bífidus y por aquí ando, dando bocaditos a las algas y los venenosos lácteos.

Voy a ponerme un rato a secar al sol.  Es otra forma diferente de tomar energía  y calentarme  a la vez.
¡ Salud !

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