miércoles, 24 de octubre de 2012

Invocando a Tlaloc

 


 

“Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte…”
                                                                            
                                                                           F. García Lorca

 

 

 

 









Entro de nuevo en la cueva que está a la vuelta del arrecife, enciendo las velas y entrego las ofrendas implorando lluvia para éste mi mar que comienza a secarse al igual que el resto de lagos, ríos o pantanos. 


Me centro y me concentro en la quinta clavícula para que Tlaloc me dé lluvia dentro de cinco días. Sólo un día o dos, lo suficiente para restaurar lo que empieza a perecer o a perderse. Una vez semiarreglado, entraremos en faenas mucho mayores de magia telúrico-añil y pediremos lluvias a raudales para el mes que viene, así le hace honor a su nombre.


Comienzo el ritual, y nadando en rededor comienzo a cantar……….


“Que llueva que llueva, la virgen de la cueva…………”


No hay comentarios:

Publicar un comentario